Palabras de la Embajadora Rose M. Likins Ceremonia de Juramentación de Voluntarios del Cuerpo de Paz
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Palabras de la Embajadora Rose M. Likins Ceremonia de Juramentación de Voluntarios del Cuerpo de Paz
15 de agosto de 2002
Voluntarios y Distinguidos invitados.
Buenas tardes. Sean todos bienvenidos.
Siempre es un placer reunirnos para recibir a un nuevo grupo de voluntarios del Cuerpo de Paz. Hoy tomarán juramento 19 nuevos voluntarios. Ellos se han comprometido a dedicar los próximos dos años de sus vidas a trabajar en pequeñas comunidades rurales de El Salvador, para mejorar los servicos públicos y motivar una mayor participación ciudadana.
Como todos sabemos, los Estados Unidos y El Salvador tienen muchos valores en común. Uno de los valores más importantes que se comparten es nuestra creencia en la participación ciudadana en los procesos democráticos. En una democracia, todos los ciudadanos tienen el derecho y la responsabilidad de ser miembros activos en sus comunidades.
Aquí en El Salvador, por ejemplo, los ciudadanos se alistan para participar en las elecciones del 2003, y el gobierno considerará los intereses de la sociedad civil antes de negociar un tratado de libre comercio con los Estados Unidos.
En las próximas elecciones se elegirán los representantes del pueblo a nivel legislativo y municipal.
Debido a la influencia que los funcionarios electos puedan tener en las vidas y en el bienestar de los salvadoreños, es muy importante que los votantes comprendan las implicaciones de sus decisiones electorales.
Ustedes, nuevos voluntarios, tienen la oportunidad única de ayudar a los habitantes de sus comunidades a informarse y convertirse en participantes activos en un sistema democrático. A través de los proyectos municipales y programas que van a desarrollar en los próximos 24 meses, ustedes pueden trabajar para que los ciudadanos se compromentan con el fortalecimiento de la democracia. Al tener una gran variedad de experiencias y habilidades personales, ustedes podrán ayudar a las personas a desarrollar sus potenciales para alcanzar ese objetivo.
Con sus esfuerzos ustedes podrán inspirar a las personas a ser agentes de cambio. Con su ayuda, ellos pueden aprender a pensar en sí mismos y en sus relaciones con el gobierno y la economía local, en una manera nueva y estimulante.
Una de las muchas recompensas que obtendrán de este trabajo, además de los amigos que harán y las experiencias inolvidables que tendrán, será la satisfacción de saber que han contribuido para el éxito democrático y económico de este país.
El Cuerpo de Paz tiene una historia larga y de éxito en El Salvador. Ahora, ustedes se unen a los casi 150 otros voluntarios que se encuentran actualmente trabajando en el país, dando continuidad a esta importante tradición de servicio.
Espero que los próximos dos años de sus vidas sean una experiencia increíblemente rica, que verdaderamente refleje el espíritu de servicio y el gozo de acoger nuevas culturas. Buena suerte, y que el Señor los bendiga.
